viernes, 15 de enero de 2016

CALLEJERO DE AZUAGA EN 1891


 
El 20 de diciembre último, de buena mañana se levantaron los vecinos de Azuaga para afrontar un nuevo día, en el que concurría la ambigüedad de ser extraordinario y normal. Extraordinario porque habían sido convocados para elegir a sus representantes en las Cortes y en el Senado; y normal porque el proceso transcurrió dentro de los cauces estipulados, sin sobresaltos, como corresponde a una democracia asumida y asentada.

Y todos los vecinos y vecinas pudieron ejercer su derecho a voto, sin distinción de sexo, teniendo el mismo valor el de la mujer que el del hombre, el del jornalero que el del hacendado, el del funcionario que el del autónomo, etc., aplicando sólo la restricción legal establecida en función de la edad.

Sin embargo, la normalidad con la que se desarrolló el proceso electoral no debe restarle importancia a este extraordinario acontecimiento. Todo lo contrario, pues hemos de valorar y defender la capacidad legal (el derecho, y también el deber) que tenemos de elegir a nuestros representantes en el Municipio, en la Comunidad Autonómica, en el Estado o en Europa.

Y mucha suerte tenemos con ello, circunstancia de la que no pudieron disfrutar nuestros antepasados, pues el logro del derecho al sufragio universal masculino no se consiguió hasta las elecciones municipales de 1891, salvo los cortos paréntesis en que estuvo en vigor la Constitución de 1812. Más se tardó en reconocerle este derecho a la mujer, que no fue hasta 1931.

Pues bien, pese a la importancia del asunto introducido, al que en otra ocasión se le dará más desarrollo, el que nos ocupa en esta ocasión es el del callejero de Azuaga a finales del XIX. Y lo abordamos ahora porque en uno de los artículo que preceden en este blog (Feria y Fiestas de Azuaga en la antigüedad), como asunto totalmente trasversal colocado en la única nota a pie de página, me pareció oportuno relacionar las calles de Azuaga en 1891, siguiendo lo recogido en las actas capitulares de dicho año. Al parecer, esta relación le interesó a alguno de los usuales lectores, detectándose ciertos errores que, gracias a la colaboración de Mari Justi, la archivera, pudimos subsanar.

Hoy, confirmando y ampliando la relación de calles, adjuntamos un anuncio oficial del Ayuntamiento en el Boletín Oficial de la Provincia de Badajoz, en su edición de 5 de mayo de 1891, haciendo oficial los distritos y colegios electorales para las elecciones municipales de dicho año, recogiendo las distintas calles.

El anuncio se inserta a petición del alcalde accidental, don Manuel del Santo Arévalo.  Lo de accidental viene a cuento de un extraordinario enredo administrativo en el gobierno del municipio, con eco en la Cortes y en la prensa de toda España.

Pues bien, el anuncio decía así:
 
 
 
            Un año después tuvo lugar la elección de compromisarios para el Senado, en la que sólo participaban los miembros del ayuntamiento, más el cuádruplo de vecinos mayores hacendados (según la suma de las contribuciones rústicas, urbanas, pecuarias e industrial), ordenados de mayor a menor. La lista de electores es la que sigue, apareciendo en primer lugar los miembros del ayuntamiento, seguido de los mayores hacendados:


 
 

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